Hola. Soy un amigo del que dirige este blog. Me pareció bien la idea de tener un blog pero vi que había poca participación así que decidí participar yo. A partir de ahora vamos a ser el blog más famoso por lo menos de Barcelona. Además de no tener nada interesante que hacer a estas horas, cosa evidente dado que estoy escribiendo esto, voy a la facultad de derecho, estoy en primero; voy a los scouts, una cosa genial que recomiendo a todo el mundo inteligente y de buen corazón y tengo un equipo de goal ball en Valladolid. Somos malísimos. Cuando juguemos ya os informaré porque en enero empezamos y espero ir aunque tengo un examen al día siguiente. Bueno, como os digo, empecé este año la facultad de derecho. Hay mucho que estudiar pero la carrera me gusta. Lo de estudiar se me ha dado siempre bastante bien, la política me gusta y mis redacciones son muy largas. Así que sí, definitivamente me gusta el derecho. Mis asignaturas tienen unos nombres un poco repetitivos. Historia del derecho, derecho romano, teoría del derecho, derecho penal, economía y derecho constitucional. Mis profesores, bueno, hay de todo. Mi profesor de teoría es un fenómeno. Parece un profesor de instituto. Explica bastante bien aunque cuando te descuidas se pone a divagar en clase sobre los temas más diversos. Ahora tiene que correr porque la asignatura es cuatrimestral y tiene que acabar el programa. Mi profesor de derecho constitucional es un genio. Sus clases son super divertidas. Ël es un poco desorganizado, tiene muchos congresos y todo eso pero es buenísimo dando clases. La de derecho penal es maja. Su clase puede hacerse un tanto soporífera porque se dedica a dar apuntes todo el tiempo. Y aquí vienen los palos. Mi profesor de economía es, como diría Esperanza Aguirre, la nueva heroína, un liberal como yo. Vaya por delante que me compró 2 papeletas de los scouts y que es majo con los alumnos aunque en su clase disminuya la asistencia de una manera importante. El trivial es un bonito juego, ya sabéis. Yo sólo falté un día porque si no me pierdo pero no es lo más general. El profesor es majo, se esfuerza todo lo que puede para que entendamos bien lo que dice. Ya nos ha explicado el magnífico sistema liberal en el que papá estado sólo puede intervenir para ayudar. Cuando hay ganancias los hijos se cuidan solos, y tanto que se cuidan. Mi profesor de economía creo que considera que debería haber aún menos control sobre el mercado. No es tan mala idea siempre que se sea coherente. Lo único que, en fin, no sé cómo iba a ir eso del mercado totalmente autorregulado. Supongo que los derechos de los trabajadores no muy bien. Bueno, pasemos a mi profesor de romano. A mí no me cae bien. Se cabrea cuando la gente habla en clase. Por lo demás él va allí, cuenta sus apuntes y ya está. Además le gusta utilizar a sus alumnos para cumplir sus compromisos personales. El otro día le debieron pedir que buscase público para una interesantísima conferencia y no se le ocurrió otro público mejor que nosotros que, como estamos en primero, debemos ser tontitos e ir como ovejas a cualquier cosa. La conferencia era algo bastante estúpido, en mi opinión, una sopa mexicana como dijo mi profesor de derecho constitucional. Y nos queda el último, el profesor de historia. Es un profesor curioso. No permite que se le trate de tú, los demás profesores no parecen tener ningún problema, tiene una especie de obsesión por los inmigrantes y contra la monarquía. Dice que la inmigración es un problema gravísimo, que sólo tiene efectos negativos, que el gobierno es imbécil y yo qué sé cuántas cosas más. Dice que el racismo de Europa no es nada en comparación con el de los negros, no debe haber oído nada de Mandela, y afirma que los blancos somos la raza menos racista. No sé si sabrá algo de la esclavitud de los negros. Eso sí, él es una persona muy formada. Hace estudios con sus colegas, acude a congresos, dió clase en no sé cuántos países, etc. La monarquía tampoco le cae muy bien a este buen señor. Dice que los Borbones vinieron de fuera, unos reyes extranjeros. También tiene manía a los nacionalismos catalán y vasco aunque él, en mi opinión, sea un gran nacionalista castellano, cosa que, según creo, está muy bien. Además, hay días en los que su clase es un auténtico sin sentido. Se pasa la hora discutiendo consigo mismo sobre un problema que le parece gravísimo y que, normalmente, ni siquiera existe. Eso sí, parece decir las cosas bastante claras. El mejor resumen del carácter de mis profesores es el número de papeletas que me compraron. El de teoría me compró nada menos que 5 y animó a la clase a que me comprara muchas para ayudar a los scouts. La de derecho penal me compró 6, el de consti 5 y el de economía 2. A los otros 2 no me atreví a decirles nada. No quiero ni pensar qué habría dicho el de historia si sabe que estoy colaborando de alguna manera con un proyecto de ayuda al Sáhara. No creo que le hiciera mucha ilusión participar. Bueno, hasta luego, pronto os escribiré un artículo mejor.
dimecres, 3 de desembre del 2008
Profesores (by Gabi)
Hola. Soy un amigo del que dirige este blog. Me pareció bien la idea de tener un blog pero vi que había poca participación así que decidí participar yo. A partir de ahora vamos a ser el blog más famoso por lo menos de Barcelona. Además de no tener nada interesante que hacer a estas horas, cosa evidente dado que estoy escribiendo esto, voy a la facultad de derecho, estoy en primero; voy a los scouts, una cosa genial que recomiendo a todo el mundo inteligente y de buen corazón y tengo un equipo de goal ball en Valladolid. Somos malísimos. Cuando juguemos ya os informaré porque en enero empezamos y espero ir aunque tengo un examen al día siguiente. Bueno, como os digo, empecé este año la facultad de derecho. Hay mucho que estudiar pero la carrera me gusta. Lo de estudiar se me ha dado siempre bastante bien, la política me gusta y mis redacciones son muy largas. Así que sí, definitivamente me gusta el derecho. Mis asignaturas tienen unos nombres un poco repetitivos. Historia del derecho, derecho romano, teoría del derecho, derecho penal, economía y derecho constitucional. Mis profesores, bueno, hay de todo. Mi profesor de teoría es un fenómeno. Parece un profesor de instituto. Explica bastante bien aunque cuando te descuidas se pone a divagar en clase sobre los temas más diversos. Ahora tiene que correr porque la asignatura es cuatrimestral y tiene que acabar el programa. Mi profesor de derecho constitucional es un genio. Sus clases son super divertidas. Ël es un poco desorganizado, tiene muchos congresos y todo eso pero es buenísimo dando clases. La de derecho penal es maja. Su clase puede hacerse un tanto soporífera porque se dedica a dar apuntes todo el tiempo. Y aquí vienen los palos. Mi profesor de economía es, como diría Esperanza Aguirre, la nueva heroína, un liberal como yo. Vaya por delante que me compró 2 papeletas de los scouts y que es majo con los alumnos aunque en su clase disminuya la asistencia de una manera importante. El trivial es un bonito juego, ya sabéis. Yo sólo falté un día porque si no me pierdo pero no es lo más general. El profesor es majo, se esfuerza todo lo que puede para que entendamos bien lo que dice. Ya nos ha explicado el magnífico sistema liberal en el que papá estado sólo puede intervenir para ayudar. Cuando hay ganancias los hijos se cuidan solos, y tanto que se cuidan. Mi profesor de economía creo que considera que debería haber aún menos control sobre el mercado. No es tan mala idea siempre que se sea coherente. Lo único que, en fin, no sé cómo iba a ir eso del mercado totalmente autorregulado. Supongo que los derechos de los trabajadores no muy bien. Bueno, pasemos a mi profesor de romano. A mí no me cae bien. Se cabrea cuando la gente habla en clase. Por lo demás él va allí, cuenta sus apuntes y ya está. Además le gusta utilizar a sus alumnos para cumplir sus compromisos personales. El otro día le debieron pedir que buscase público para una interesantísima conferencia y no se le ocurrió otro público mejor que nosotros que, como estamos en primero, debemos ser tontitos e ir como ovejas a cualquier cosa. La conferencia era algo bastante estúpido, en mi opinión, una sopa mexicana como dijo mi profesor de derecho constitucional. Y nos queda el último, el profesor de historia. Es un profesor curioso. No permite que se le trate de tú, los demás profesores no parecen tener ningún problema, tiene una especie de obsesión por los inmigrantes y contra la monarquía. Dice que la inmigración es un problema gravísimo, que sólo tiene efectos negativos, que el gobierno es imbécil y yo qué sé cuántas cosas más. Dice que el racismo de Europa no es nada en comparación con el de los negros, no debe haber oído nada de Mandela, y afirma que los blancos somos la raza menos racista. No sé si sabrá algo de la esclavitud de los negros. Eso sí, él es una persona muy formada. Hace estudios con sus colegas, acude a congresos, dió clase en no sé cuántos países, etc. La monarquía tampoco le cae muy bien a este buen señor. Dice que los Borbones vinieron de fuera, unos reyes extranjeros. También tiene manía a los nacionalismos catalán y vasco aunque él, en mi opinión, sea un gran nacionalista castellano, cosa que, según creo, está muy bien. Además, hay días en los que su clase es un auténtico sin sentido. Se pasa la hora discutiendo consigo mismo sobre un problema que le parece gravísimo y que, normalmente, ni siquiera existe. Eso sí, parece decir las cosas bastante claras. El mejor resumen del carácter de mis profesores es el número de papeletas que me compraron. El de teoría me compró nada menos que 5 y animó a la clase a que me comprara muchas para ayudar a los scouts. La de derecho penal me compró 6, el de consti 5 y el de economía 2. A los otros 2 no me atreví a decirles nada. No quiero ni pensar qué habría dicho el de historia si sabe que estoy colaborando de alguna manera con un proyecto de ayuda al Sáhara. No creo que le hiciera mucha ilusión participar. Bueno, hasta luego, pronto os escribiré un artículo mejor.
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