Amb aquesta acabam, per ara, la sèrie de fragments extrets de l'obra Die Balearen, i ho fem amb una part de la descripció que el noble austríac dedicà a la població de Felanitx i al monestir de Sant Salvador.
“…Sn. Salvador, de bella estampa, y los Colls de Arta que aparecen a
lo lejos como envueltos en un velo de bruma y las series de lomas en medio. En
una bifurcación de caminos se alza una cruz de piedra sobre gradas; a la
derecha se yergue una hilera de gallardas colinas con algunos molinos de
viento, entre fértiles plantaciones verdes. Al pasar por los desnudos
acantilados rocosos de Sa Mola, con canteras y sólo parcialmente recubierta de
monte bajo, se tiene una preciosa vista de Felanitx.
Felanitx es una de las villas más
importantes de la isla, pues cuenta 6.684 vecinos > 1.867 casas. Se emplaza
grácil sobre un altozano y es famosa la grazie de
sus habitantes. Algunas hermosas palmeras descuellan sobre los edificios. Las
casas son de buena construcción, si bien por lo general parecen haber sido
hechas según un modelo único. Algunas gozan de la sombra deun emparrado en su
frontis; bastantes son modernas, un tanto grandes y cómodas. El mayor número
de las casas es de un solo piso y sólo algunas logran la altura de dos o tres
pisos. Sin duda, Felanitx es la villa más hermosa del llano y sus casas dan
testimonio del bienestar relativamente grande de sus vecinos.
También aquí el comercio está en auge y
bien importantes son las dos ferias anuales que se celebran, el día 28 de
agosto y el último domingo del mes de septiembre. Felanitx tiene varias plazas;
sobre la pequeña Plaza de la Constitución, que en realidad no es más que una
calleja, se halla la Casa Consistorial, un recio edificio de piedra con escudo
y la fecha del año 1702. En el pórtico, con sencilla bóveda de crucería, se
celebra el mercado.
Delante de la iglesia, en la Plaza de la
Fuente, mana una fuente con buena agua que nunca se agota. De dicha plaza salen
la calle Nueva y la calle Mayor, a lo largo de la iglesia, como calles
principales. En esta última puede verse un antiguo relieve que presenta la
Santa Cena. Y además, en Felanitx, hay muchos otros antiguos relieves que
marcan las estaciones del Viacrucis.
En la Plaza de Arrabal, de donde arranca una calle hacia el puerto,
mana también una fuente pequeña.
La iglesia de Felanitx, del Arcángel Sn. Miguel, es más antigua que la
villa y data, según documentos, del año 1233, mientras que la villa fue fundada
en el año 1300. En el lugar de la primitiva iglesia se construyó en el siglo
XVI la actual. La ampliación del año 1865 afectó sobre todo a las
construcciones de la parte del coro. En 1877 se consagró el nuevo altar mayor.
La alta torre, visible ya desde lejos, está dividida en pisos por unas
cornisas, abriéndose en lo alto en dos ventanas apuntadas a la vez que queda
rematada por una pequeña cúpula. Su terraza se alza a 151 m. sobre el nivel del
mar.
Una escalinata de amplios peldaños, con balaustrada de piedra a los
lados coronada por esferas, conduce a la iglesia. La fachada muestra un gablete
barroco con un reloj y dos obeliscos a los lados; un rosetón con cristales de
colores debajo y un hermoso portal plateresco sobre el que se yergue la estatua
de San Miguel. El interior gótico está modernizado; se ha recubierto la piedra
natural con estuco blanco decorado con dorados barrocos; a los lados hay seis
columnas donde descargan los arcos apuntados, entre los cuales las nervaduras
se cruzan sencillamente. En cada paño de arco se abre una ventanita redonda de
la que salen festones hacia la imagen de un santo.
En esta iglesia hay seis capillas laterales, de estilo gótico, con
nervios de bóveda que se cruzan simplemente, y dos capillas que se sitúan
debajo del coro, con balaustrada, que corona la entrada. La hermosa capilla
dedicada a Nuestra Señora del Rosario, de estilo renacentista, tiene una
capilla en forma de concha, con un altar y dos capillas laterales. Esta y la
dedicada al Beato Ramón Lull, a
la derecha, se ven ricamente adornadas. Una airosa cúpula lo corona todo; seis
gradas suben de la larga nave a la capilla del altar mayor. A ambos lados del
modero altar, gótico y suntuoso, situado a la entrada del presbiterio, hay
otros altares; el de la izquierda está dedicado al Sn. Cristo; aquí se halla
también la entrada a la sacristía.
En la plaza detrás de la iglesia se halla la escuela y al lado
izquierdo está el edificio de la Rectoría, digna de atención por la esquina que
sale en abanico, sobre la que se halla un balcón.
A un extremo de la villa, en la calle del Convento, se encuentra el
antiguo convento de Sn. Agustín, fundado en el año 1603 y que perduró hasta el
momento de la supresión de los conventos. El edificio se vendió a particulares
y ahora sólo se conserva en parte. La iglesia sirve como sufragánea de la
parroquia. Muestra una fachada con revoque, un rosetón gótico-renacentista, una
torreta barroca con gablete de campana a la izquierda, y a la derecha una ventana
balcón, simulada. El interior, renovado en el año 1862, presenta una bóveda de
cañón con arcos que descargan sobre columnas con capiteles pseudorrománicos,
una capilla de altar mayor anichada, cinco capillas laterales y una gran
tribuna de coro con balaustrada de hierro, arco de segmento y nervaduras que se
cruzan simplemente. A ambos lados, por debajo del coro, hay entradas laterales;
la tercera capilla a la derecha contiene el nuevo órgano; la derecha, dedicada
a Sn. Nicolás, es una capilla octogonal con cúpula, con cupulitas en los
ángulos, que son achatadas en las capillas laterales, mientras que la anterior
es redonda. Esta iglesia tiene un huerto contiguo.
A un extremo del lugar, en la dirección de la gran casa de Sa Torre y
al pie del monte del Calvario, se halla la Casa del Hospicio, donde en el año
1881 se construyó un hermoso oratorio público dedicado a Sn. Alfonso de
Ligorio. Otra capilla se encuentra en la casa de las soras de la Caridad.
Felanitx se sitúa agradablemente entre dos colinas, el Puig del Calvari
y el de Sa Mola, de 170 m. de altura, en cuyas laderas hay canteras de donde se
sacan tabicones y sillares (can-tons). Cerca
de la Mola se alza el Puig de Sn. Nicolás con tres molinos de viento, y detrás
de los Molins de
sa Terra, una
serie de 15 molinos de viento entre setos de chumberas, es visible el Puig
Vert.
El Calvario, en lo alto del Puig des Cali
o de sa Sista, que posteriormente ha sido indebidamente llamado Puig del
Calvari, se levanta al sureste del lugar a una distancia de 15 minutos. Está formado
por dos cimas, el Calvari y el Puig d'en March, y se ve muy cultivado o
cubierto de pinos. El camino trepa hasta un banco, desde donde se contempla Sn.
Salvador y el castillo de Santuiri, rico en antiguos recuerdos, y se domina
Felanitx como desplegado en un plano. Algunas palmeras que emergen encima del
mar de casas dan el detalle más agradable al panorama. El camino, dividido en retjas al comienzo, y luego en escalones, sube
bordeado de cipreses en varias curvas. Las estaciones del Viacrucis que acompañan
el camino están hechas de sencillos pilares de mares con imágenes de fayenza.
Delante de la capilla del Calvario hay un
jardincito con agaves y cipreses que brinda una preciosa vista sobre el riente
llano hasta el Puig de Bonañy, los Colls de Arta, el grupo de Sn. Salvador, al
otro lado, y la cadena de colinas que se despliegan hasta el Puig de
Consolació. Abajo, puede verse el blanco cementerio con cipreses y una
capillita. La vista alcanza hasta el lejano mar y Cabrera, hasta las alturas
del Puig de Randa y la vaporosa Sierra.
La capillita del Calvario se construyó en
el año 1850 y al lado se hizo una casa para el donat. La iglesita es redondeada y en lo alto
tiene un arco de campana. En el interior muestra una bóveda de cañón, dos
capillas en cruz y una capilla de altar mayor en forma anichada en donde se
halla una imagen de Cristo de tamaño natural, Cristo de la Sanch, que
constituye un objeto de gran veneración. De la Bellavista, un mirador junto a
la iglesia construido en 1851, se tiene un magnífico panorama.
El lugar más hermoso de la contrada es el
Puig de Sn. Salvador, a una distancia de sólo 5 Km. Para acercarse allí se debe
salir de Felanitx por la Calle Nueva y tomar la carretera hacia Santagñy, que
discurre al pie de la colina del Calvario; se cruza la concha de un valle
fértil y bien cultivado. A la izquierda está la casa de possessió de Son Guellas con el olivar de Son Bennaser.
Llegamos a un valle de pinar, cuyo
estribo superior se llama Es Picot, desde donde vemos Can Pan Cuit o Ses Fontanellas.
El camino continúa por el regato de un torrente, donde hallaremos una roca
blanca sobre la que los piadosos transeúntes arrojan una piedra, en una costumbre
árabe cuyo significado es seguramente, en el desierto, señalar un lugar sagrado
con otra piedra más; una usanza que se encuentra frecuentemente en Mallorca.
En una curva el camino llega hasta una
capillita junto a un almez, donde los que pasan por el lugar nunca olvidan
rezar una Salve Regina. La iglesita de la Salve contiene un nicho renacentista
con una estatua de la Virgen. Se dice que se edificó en el lugar donde se
encontró y veneró la imagen de la Virgen, que luego se trasladó a Sn. Salvador
cuando el rey Dn. Pedro IV de Aragón, en el año 1348, autorizó al ermitaño
Romeo Burguera a fundar el Santuario de Sn. Salvador, lo que éste realizó con
las limosnas de los vecinos de Felanitx.
Este santuario fue en sus inicios un
monasterio o ermita; y ello explica las grandes dimensiones del edificio
adjunto a la iglesia, también grande, el cual en la actualidad es una hospedería
donde, según la costumbre mallorquína, se recibe alojamiento de balde. En tres
festividades, el domingo después de Pascua, el 8 de mayo y el segundo domingo
de noviembre, se celebra la fiesta de la Encarnación, mientras que en los
domingos y días festivos se dice en esta iglesia una misa rezada.
Junto a un pequeño aujub a la vera del camino, que trepa
serpenteando, empiezan las estaciones del Viacrucis con azulejos, macizas
capillitas con dos volutas arriba. Una pequeña terraza con cisterna ofrece una
preciosa vista. El exterior de Sn. Salvador es severo y muy de acuerdo con el
lugar. Tres salientes a modo de torre, de desigual altura, junto con varios
espolones en el muro exterior, dan al edificio un aspecto vivo e interesante.
La iglesia se adosa en saledizo, formando una esquina hacia dentro, al edificio
de la hospedería, que cuenta con tres hileras de pequeñas ventanas
cuadrangulares y a la vez cuatro tramos en el lado este, separados entre sí por
sillares, y con un par de amplias ventanas con balcón, la última de las cuales
es la del pórtico de entrada. Esta fue seguramente una capillita, según
demuestra el rosetón modernizado y el arco de campana encima.
En su interior esta iglesia presenta una
bóveda de crucería con la fecha de 1733. A la derecha hay una parte provista de
ménsulas, y a la izquierda un portal redondo con un antiguo relieve en un arco
aquillado. Entramos y nos encontramos dentro de un gran vestíbulo con bóveda
de cañón sostenida por un arco de segmento con impostas y arquitrabe. A ambos
lados de este vestíbulo, unas escaleras con barandilla de hierro llevan a
estancias superiores y a su vez unos peldaños redondeados conducen a un patio
interior donde un portal redondo sirve de entrada a la iglesia. En lo alto del
tejado hay una terracita de madera que, a 509 m. sobre el nivel del mar, ofrece
un panorama de largo alcance sobre el entorno. Se domina todo el llano hasta el
mar y Cabrera, y hasta Lluchmajor, el Puig de Randa, y la vaporosa cordillera de
montañas hasta la Bahía de Alcudia; delante se tiene el cercano pueblo de
Felanitx y detrás el de Porreras, luego las tierras de colinas hacia Arta con
la gran iglesia y la casa de possessió del Fangar. Bellamente se dominan los
puertos de Porto Petro y Porto Colom.
Es
Puig de Sn. Salvador.
La iglesia muestra un techo central en
bóveda de cañón y cuatro bóvedas laterales por encima de las capillas y
asimismo paredes, que las separan y forman casetones, y un gablete de campana
rematado por una cruz con dos pilares achatados con esfera a los lados. En el
centro se encuentra el techo en cañón de la capilla del altar mayor, que, como
todo el edificio, está cubierto por casetones de madera. Esta capilla termina
por detrás un tanto en punta. Los arcos que sostienen la bóveda de cañón del
interior descansan sobre columnas; a cada lado hay tres capillas de arco
redondo y dos altares; también hay un altar debajo de la tribuna del coro con
balaustrada. En una de las capillas se guarda un precioso cuadro que
representa a San Sebastián; en otra se encuentra un relieve de altar muy
antiguo que representa la pasión. Una estatuilla de la Mare de Déu, de piedra y
al parecer muy antigua, adorna el altar mayor barroco al que se accede por
gradas. Alrededor cuelgan exvotos de placas de plata, entre los cuales también
se ve un modelo de un vapor y asimismo crucecitas y rosarios. Algunos de estos
objetos recuerdan la protección en caso de ataques de los moros en el año
1737.”