dissabte, 5 de gener del 2013

Felanitx al Die Balearen



Amb aquesta acabam, per ara, la sèrie de fragments extrets de l'obra Die Balearen,  i ho fem amb una part de la descripció que el noble austríac dedicà a la població de Felanitx i al monestir de Sant Salvador.

“…Sn. Salvador, de bella estampa, y los Colls de Arta que aparecen a lo lejos como envueltos en un velo de bruma y las series de lomas en medio. En una bifurcación de caminos se alza una cruz de piedra sobre gradas; a la derecha se yergue una hilera de gallardas colinas con algunos molinos de viento, entre fértiles plantaciones verdes. Al pasar por los desnudos acantilados rocosos de Sa Mola, con canteras y sólo parcialmente recubierta de monte bajo, se tiene una preciosa vista de Felanitx.
Felanitx es una de las villas más importantes de la isla, pues cuenta 6.684 vecinos > 1.867 casas. Se emplaza grácil sobre un altozano y es famosa la grazie de sus habitantes. Algunas hermosas palmeras descuellan sobre los edificios. Las casas son de buena construcción, si bien por lo general parecen haber sido hechas según un modelo único. Algunas gozan de la sombra deun emparrado en su frontis; bastantes son modernas, un tanto grandes y cómodas. El mayor nú­mero de las casas es de un solo piso y sólo algunas logran la altura de dos o tres pisos. Sin duda, Felanitx es la villa más hermosa del llano y sus casas dan testimonio del bienestar relativamente grande de sus vecinos.
También aquí el comercio está en auge y bien importantes son las dos ferias anuales que se celebran, el día 28 de agosto y el último domingo del mes de septiembre. Felanitx tiene varias plazas; sobre la pequeña Plaza de la Constitución, que en realidad no es más que una calleja, se halla la Casa Consistorial, un recio edificio de piedra con escudo y la fecha del año 1702. En el pórtico, con sencilla bóveda de crucería, se celebra el mercado.
Delante de la iglesia, en la Plaza de la Fuente, mana una fuente con buena agua que nunca se agota. De dicha plaza salen la calle Nueva y la calle Mayor, a lo largo de la iglesia, como calles principales. En esta última puede verse un antiguo relieve que presenta la Santa Cena. Y además, en Felanitx, hay muchos otros antiguos relieves que marcan las estaciones del Viacrucis.
En la Plaza de Arrabal, de donde arranca una calle hacia el puerto, mana también una fuente pequeña.
La iglesia de Felanitx, del Arcángel Sn. Miguel, es más antigua que la villa y data, según documentos, del año 1233, mientras que la villa fue fundada en el año 1300. En el lugar de la primitiva iglesia se construyó en el siglo XVI la actual. La ampliación del año 1865 afectó sobre todo a las construcciones de la parte del coro. En 1877 se consagró el nuevo altar mayor. La alta torre, visible ya desde lejos, está dividida en pisos por unas cornisas, abriéndose en lo alto en dos ventanas apuntadas a la vez que queda rematada por una pequeña cúpula. Su terraza se alza a 151 m. sobre el nivel del mar.
Una escalinata de amplios peldaños, con balaustrada de piedra a los lados coronada por esferas, conduce a la iglesia. La fachada muestra un gablete barroco con un reloj y dos obeliscos a los lados; un rosetón con cristales de colores debajo y un hermoso portal plateresco sobre el que se yergue la estatua de San Miguel. El interior gótico está modernizado; se ha recubierto la piedra natural con estuco blanco decorado con dorados barrocos; a los lados hay seis columnas donde descargan los arcos apuntados, entre los cuales las nervaduras se cruzan sencillamente. En cada paño de arco se abre una ventanita redonda de la que salen festones hacia la imagen de un santo.
En esta iglesia hay seis capillas laterales, de estilo gótico, con nervios de bóveda que se cruzan simplemente, y dos capillas que se sitúan debajo del coro, con balaustrada, que corona la entrada. La hermosa capilla dedicada a Nuestra Señora del Rosario, de estilo renacentista, tiene una capilla en forma de concha, con un altar y dos capillas laterales. Esta y la dedicada al Beato Ramón Lull, a la derecha, se ven ricamente adornadas. Una airosa cúpula lo corona todo; seis gradas suben de la larga nave a la capilla del altar mayor. A ambos lados del modero altar, gótico y suntuoso, situado a la entrada del presbiterio, hay otros altares; el de la izquierda está dedicado al Sn. Cristo; aquí se halla también la entrada a la sacristía.
En la plaza detrás de la iglesia se halla la escuela y al lado izquierdo está el edificio de la Rectoría, digna de atención por la esquina que sale en abanico, sobre la que se halla un balcón.
A un extremo de la villa, en la calle del Convento, se encuentra el antiguo convento de Sn. Agustín, fundado en el año 1603 y que perduró hasta el momento de la supresión de los conventos. El edificio se vendió a particulares y ahora sólo se conserva en parte. La iglesia sirve como sufragánea de la parroquia. Muestra una fachada con revoque, un rosetón gótico-renacentista, una torreta barroca con gablete de campana a la izquierda, y a la derecha una ven­tana balcón, simulada. El interior, renovado en el año 1862, presenta una bóveda de cañón con arcos que descargan sobre columnas con capiteles pseudorrománicos, una capilla de altar mayor anichada, cinco capillas laterales y una gran tribuna de coro con balaustrada de hierro, arco de segmento y nervaduras que se cruzan simplemente. A ambos lados, por debajo del coro, hay entradas laterales; la tercera capilla a la derecha contiene el nuevo órgano; la derecha, dedicada a Sn. Nicolás, es una capilla octogonal con cúpula, con cupulitas en los ángulos, que son achatadas en las capillas laterales, mientras que la anterior es redonda. Esta iglesia tiene un huerto contiguo.
A un extremo del lugar, en la dirección de la gran casa de Sa Torre y al pie del monte del Calvario, se halla la Casa del Hospicio, donde en el año 1881 se construyó un hermoso orato­rio público dedicado a Sn. Alfonso de Ligorio. Otra capilla se encuentra en la casa de las soras de la Caridad.
Felanitx se sitúa agradablemente entre dos colinas, el Puig del Calvari y el de Sa Mola, de 170 m. de altura, en cuyas laderas hay canteras de donde se sacan tabicones y sillares (can-tons). Cerca de la Mola se alza el Puig de Sn. Nicolás con tres molinos de viento, y detrás de los Molins de sa Terra, una serie de 15 molinos de viento entre setos de chumberas, es visible el Puig Vert.
El Calvario, en lo alto del Puig des Cali o de sa Sista, que posteriormente ha sido inde­bidamente llamado Puig del Calvari, se levanta al sureste del lugar a una distancia de 15 minutos. Está formado por dos cimas, el Calvari y el Puig d'en March, y se ve muy cultivado o cubierto de pinos. El camino trepa hasta un banco, desde donde se contempla Sn. Salvador y el castillo de Santuiri, rico en antiguos recuerdos, y se domina Felanitx como desplegado en un plano. Al­gunas palmeras que emergen encima del mar de casas dan el detalle más agradable al panorama. El camino, dividido en retjas al comienzo, y luego en escalones, sube bordeado de cipreses en varias curvas. Las estaciones del Viacrucis que acompañan el camino están hechas de sencillos pilares de mares con imágenes de fayenza.
Delante de la capilla del Calvario hay un jardincito con agaves y cipreses que brinda una preciosa vista sobre el riente llano hasta el Puig de Bonañy, los Colls de Arta, el grupo de Sn. Salvador, al otro lado, y la cadena de colinas que se despliegan hasta el Puig de Consolació. Abajo, puede verse el blanco cementerio con cipreses y una capillita. La vista alcanza hasta el lejano mar y Cabrera, hasta las alturas del Puig de Randa y la vaporosa Sierra.
La capillita del Calvario se construyó en el año 1850 y al lado se hizo una casa para el donat. La iglesita es redondeada y en lo alto tiene un arco de campana. En el interior muestra una bóveda de cañón, dos capillas en cruz y una capilla de altar mayor en forma anichada en donde se halla una imagen de Cristo de tamaño natural, Cristo de la Sanch, que constituye un objeto de gran veneración. De la Bellavista, un mirador junto a la iglesia construido en 1851, se tiene un magnífico panorama.
El lugar más hermoso de la contrada es el Puig de Sn. Salvador, a una distancia de sólo 5 Km. Para acercarse allí se debe salir de Felanitx por la Calle Nueva y tomar la carretera hacia Santagñy, que discurre al pie de la colina del Calvario; se cruza la concha de un valle fértil y bien cultivado. A la izquierda está la casa de possessió de Son Guellas con el olivar de Son Bennaser.
Llegamos a un valle de pinar, cuyo estribo superior se llama Es Picot, desde donde ve­mos Can Pan Cuit o Ses Fontanellas. El camino continúa por el regato de un torrente, donde hallaremos una roca blanca sobre la que los piadosos transeúntes arrojan una piedra, en una cos­tumbre árabe cuyo significado es seguramente, en el desierto, señalar un lugar sagrado con otra piedra más; una usanza que se encuentra frecuentemente en Mallorca.
En una curva el camino llega hasta una capillita junto a un almez, donde los que pasan por el lugar nunca olvidan rezar una Salve Regina. La iglesita de la Salve contiene un nicho rena­centista con una estatua de la Virgen. Se dice que se edificó en el lugar donde se encontró y veneró la imagen de la Virgen, que luego se trasladó a Sn. Salvador cuando el rey Dn. Pedro IV de Aragón, en el año 1348, autorizó al ermitaño Romeo Burguera a fundar el Santuario de Sn. Salvador, lo que éste realizó con las limosnas de los vecinos de Felanitx.
Este santuario fue en sus inicios un monasterio o ermita; y ello explica las grandes di­mensiones del edificio adjunto a la iglesia, también grande, el cual en la actualidad es una hospe­dería donde, según la costumbre mallorquína, se recibe alojamiento de balde. En tres festivida­des, el domingo después de Pascua, el 8 de mayo y el segundo domingo de noviembre, se celebra la fiesta de la Encarnación, mientras que en los domingos y días festivos se dice en esta iglesia una misa rezada.
Junto a un pequeño aujub a la vera del camino, que trepa serpenteando, empiezan las estaciones del Viacrucis con azulejos, macizas capillitas con dos volutas arriba. Una pequeña te­rraza con cisterna ofrece una preciosa vista. El exterior de Sn. Salvador es severo y muy de acuerdo con el lugar. Tres salientes a modo de torre, de desigual altura, junto con varios espolo­nes en el muro exterior, dan al edificio un aspecto vivo e interesante. La iglesia se adosa en saledizo, formando una esquina hacia dentro, al edificio de la hospedería, que cuenta con tres hileras de pequeñas ventanas cuadrangulares y a la vez cuatro tramos en el lado este, separados entre sí por sillares, y con un par de amplias ventanas con balcón, la última de las cuales es la del pórtico de entrada. Esta fue seguramente una capillita, según demuestra el rosetón moderni­zado y el arco de campana encima.
En su interior esta iglesia presenta una bóveda de crucería con la fecha de 1733. A la derecha hay una parte provista de ménsulas, y a la izquierda un portal redondo con un antiguo relieve en un arco aquillado. Entramos y nos encontramos dentro de un gran vestíbulo con bó­veda de cañón sostenida por un arco de segmento con impostas y arquitrabe. A ambos lados de este vestíbulo, unas escaleras con barandilla de hierro llevan a estancias superiores y a su vez unos peldaños redondeados conducen a un patio interior donde un portal redondo sirve de en­trada a la iglesia. En lo alto del tejado hay una terracita de madera que, a 509 m. sobre el nivel del mar, ofrece un panorama de largo alcance sobre el entorno. Se domina todo el llano hasta el mar y Cabrera, y hasta Lluchmajor, el Puig de Randa, y la vaporosa cordillera de montañas hasta la Bahía de Alcudia; delante se tiene el cercano pueblo de Felanitx y detrás el de Porreras, luego las tierras de colinas hacia Arta con la gran iglesia y la casa de possessió del Fangar. Bellamente se dominan los puertos de Porto Petro y Porto Colom.

Es Puig de Sn. Salvador.

La iglesia muestra un techo central en bóveda de cañón y cuatro bóvedas laterales por encima de las capillas y asimismo paredes, que las separan y forman casetones, y un gablete de campana rematado por una cruz con dos pilares achatados con esfera a los lados. En el centro se encuentra el techo en cañón de la capilla del altar mayor, que, como todo el edificio, está cu­bierto por casetones de madera. Esta capilla termina por detrás un tanto en punta. Los arcos que sostienen la bóveda de cañón del interior descansan sobre columnas; a cada lado hay tres capillas de arco redondo y dos altares; también hay un altar debajo de la tribuna del coro con balaus­trada. En una de las capillas se guarda un precioso cuadro que representa a San Sebastián; en otra se encuentra un relieve de altar muy antiguo que representa la pasión. Una estatuilla de la Mare de Déu, de piedra y al parecer muy antigua, adorna el altar mayor barroco al que se accede por gradas. Alrededor cuelgan exvotos de placas de plata, entre los cuales también se ve un mo­delo de un vapor y asimismo crucecitas y rosarios. Algunos de estos objetos recuerdan la protec­ción en caso de ataques de los moros en el año 1737.”